sábado, 30 de octubre de 2010

¿Reingeniería o mejora continua?

Semanas atrás llega a mis oídos que un consultor senior en procesos argumenta que no es necesario analizar y mucho menos realizar un flujograma para realizar recomendaciones de mejora sobre un proceso.

En una primera instancia decidí otorgarle el beneficio de la duda y averigüé si esta persona trabaja en un sector que domina o ejerce la consultoría en cualquier sector.
Lamentablemente se trata del segundo caso y digo lamentablemente porque su metodología de trabajo perjudicará a muchas empresas.

El punto es, existen dos grandes escuelas (entre otras) en lo que tiene que ver con la mejora de procesos: La Reingeniería y la mejora continua.

La primera implica considerar que el proceso es inadecuado y que la mejor estrategia es diseñarlo desde cero. La segunda en cambio propone un análisis del proceso y establecer planes de mejora.

Ambas líneas metodológicas tienen sus pros y contras y como herramientas que son, deben ser aplicadas si el contexto es el adecuado.
Es tan ridículo matar un mosquito con un lanzallamas como podar un árbol con una navaja.

La Reingeniería es una herramienta que solo puede ser utilizada por profesionales con mucha experiencia y conocimientos en el sector en el cual compite la empresa ya que esta metodología exige un basto conocimiento del negocio, de las reglas del mercado y de la idiosincrasia del sector.

Es verdad que personas con una gran capacidad analítica y con gran velocidad de aprendizaje de las reglas del negocio pueden, en pocos meses, adquirir TODO el conocimiento necesario para diseñar un proceso óptimo, pero seamos realistas, éstas personas son un bien muy escaso, el resto debe contar con dicho conocimiento antes de emprender la tarea.

En contraposición, las metodologías basadas en la mejora continua como Kaizen y Six Sigma proponen que el profesional realice una análisis del proceso (y del problema si se conoce a priori) de modo que le sea posible comprender la razón de su existencia, sus particularidad y las realidades que lo hacen ser como es.
Luego, el profesional aplicará una metodología concreta para establecer un plan de mejoras.

La mejora continua parte de la hipótesis que el proceso requiere ser mejorado pero que no es un desastre total como lo plantea la Reingeniería.

Los profesionales que aplican metodologías de mejora continua no requieren grandes cantidades de conocimientos y experiencia en el sector (aunque es deseable) sino que deben ser mayormente personas muy analíticas, críticas y sobre todo, orientadas al negocio.

Si usted se dedica a la consultoría de procesos o lo hará en el futuro, tenga en cuenta que modificar procesos implica riesgos, algunos de los cuales no se presentan a simple vista. Si realmente conoce todos los riesgos posibles podrá pensar en aplicar Reingeniería, de otra forma las consecuencias pueden ser muy graves y en muchos casos irreversibles.

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